Oriundo del Estado de Missouri, formó parte
de la US ARMY en dos ocasiones, teniendo que renunciar a esta por una
enfermedad crónica. Esta etapa de su vida sería clave en sus novelas, al igual
que sus estudios de ingeniería y ciencia, ya que sin escribir una ciencia
ficción de tipo hard, si qué vemos tratados en su obra temas como viajes en el
tiempo o navegación espacial de una manera bastante coherente y cuidada (esto
no es La Guerra de las Galaxias amigos, aquí persiste la Teoría de la
Gravedad).
Sus primeros escarceos en el mundo de
la literatura llegan de la mano de toda una institución como era la revista
pulp Astounding Science-Fiction, dirigida
por un mítico John W.Campbell (la misma que publicaría a Asimov o
Sturgeon) algunas de sus narraciones fueron interpretadas desde
un punto de vista ideológico, tachándosele de fascista y militarista.
Los ajenos al género conoceréis
su obra más galardonada y más polémica, Las brigadas del espacio, la cual
tuvo su adaptación cinematográfica de la mano del neerlandés Paul
Verhoeven (con una gran banda sonora de Basil Poledouris).
Centrándonos en la novela, la polémica vino generada por la división dentro de
la sociedad entre ciudadanos-soldados y civiles, como si del modelo espartano
se tratara, creándose un modelo patriótico-militar que en la cinta de Verhoeven
se satirizó en situaciones que rayan lo ridículo como la etapa del Instituto,
en las que el protagonista John Rico tiene que superar una serie de clases
enfocadas única y exclusivamente a la vida marcial o un aparato propagandístico
ante el que el propio Goebbels palidecería.
En el caso de Amos de Títeres,
nos encontramos ante una novela con el habitual tono socarrón de Heinlein, en
la que se narra la invasión de los EEUU por una raza alienígena llegada en
misteriosos platillos volantes. A diferencia de la Guerra de los Mundo de H.G.
Wells, aquí no habrá una guerra abierta entre el gobierno americano y los
invasores, sino una situación totalmente inusual.
Y es que Heinlein plantea unos
alienígenas totalmente inofensivos por sí solos, una especie de babosas que se
comportan como parásitos que necesitan de un recipiente orgánico para vivir, al
cual poseen convirtiéndoles prácticamente en zombies descerebrados. Su
capacidad a la hora de crear situaciones desternillantes como son los planes
gubernamentales para frenar el avance de la oleada enemigas a través de la
prohibición de llevar cubierta la espalda o las
piernas con cualquier tipo de prenda (llega a recordar a las míticas
gafas de rayos X de Están vivos! de John Carpenter) y obligando incluso al
presidente del país más poderoso del mundo a dar ejemplo ante sus ciudadanos.
Con un ritmo de narración trepidante
a través de un personaje algo tosco pero realmente hábil en sus propósitos, el
cual como miembro de una agencia gubernamental ultrasecreta y con acceso a las
más altas esferas de poder nacional será testigo y partícipe de toda la acción,
haciendo que la novela se lea del tirón (apenas son 300 hojas).
Si al acabar el libro no crees en
conspiraciones extraterrestres o no miras de reojo a tu vecino del 4º por ir
con chaqueta y camisa de manga larga en pleno verano (mira sus movimientos no
es él!), es que te has equivocado de novela. Si no es así ya sabes, ¡nunca les
des la espalda!
Más información sobre su
biografía:
Más datos sobre la novela
Siguiente entrada algo de Harlan Ellison, ya que te pones en plan freak jajaja
ResponderEliminarHombre Don Daniel!Pues es que de Ellison apenas he leído su obra escrita, eso sí, ya había pensado dedicar un artículo a la mítica Más allá del limite, así que en breves publicaré algo.
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